lunes, 1 de septiembre de 2014

¡Qué risueño contacto el de tus ojos... (Jaime Sabines)



¡Qué risueño contacto el de tus ojos,
ligeros como palomas asustadas  a la orilla
                                                       del agua!
!Qué rápido contacto el de tus ojos
con mi mirada!

¿Quién eres tú? !Qué importa!
A pesar de ti misma,
hay en tus ojos una breve palabra
enigmática.
No quiero saberla. Me gustas
mirándome de lado, escondida, asustada.
Así puedo pensar que huyes de algo,
de mí o de ti, de nada,
de esas tentaciones que dicen que persiguen a la mujer casada.